martes, 2 de marzo de 2010

Adictos a la adrenalina

Pues ya han terminado los juegos olímpicos de invierno en Vancouver y yo me pregunto ¿porqué los humanos tienen maneras tan extrañas de entretenerse? Nada más empezar los juegos hubo un lamentable accidente donde un atleta de Georgia falleció mientras entrenaba en la pista. Pero no fue ni mucho menos el único ya que en total se produjeron cerca de 30 accidentes solo en los deportes de descenso en trineo. Pero la pista de esquí alpino no se quedó atrás, con descalabros tan frecuentes que ni la veterana sueca Anja Paerson se libro de un resbalón que la mandó al hospital.

Creo que a los humanos se les ha ido por completo la olla porque yo como perrito lucho constantemente por sobrevivir y jamás se me ocurriría lanzarme en un trineo a 120 KM por hora. Aunque también es verdad que yo no libero adrenalina y esa es probablemente la causa por la que el ser humano se expone voluntariamente al peligro.

Dicen que la adrenalina produce un estado momentáneo de euforia, de máxima energía y de capacidad de acción. Después la persona siente una agradable sensación de relax gracias a la liberación de endorfinas.

¿Por qué hay personas que parecen disfrutar de vivir al límite todo el tiempo? Pues porque la vida sedentaria de las ciudades y el estrés cotidiano hacen que la liberación de adrenalina sea de baja intensidad y que necesiten estímulos cada vez más fuertes. Además el ser humano no solo se expone al peligro físico, algunos corredores de bolsa que operan todos los días, no solo hacen grandes apuestas por ganar dinero, sino por el placer de demostrarse a sí mismos que acertaron en sus pronósticos.

Yo creo que el ser humano se expone a estos riesgos para vencer sus miedos y sentirse más vivo. Pero hay otras maneras de sentirse vivo y el exceso de liberación de adrenalina no es más que un reflejo de cómo está viviendo gran parte de la población en nuestros días: atemorizados y aburridos.

Así que mi estimado ser humano, busca ser feliz, evita pensar todo el día en tus temores y trata de disfrutar más de las pequeñas cosas.