martes, 23 de septiembre de 2008

No entiendo a los humanos

Hay cosas que no entiendo de los humanos, por ejemplo ese empeño de clasificarlo todo por nacionalidades, educación, status social y económico, religión y razas. A mi ama siempre le preguntan que si de qué raza soy, ¡cómo si eso tuviera importancia! Soy un perro como cualquier otro, a lo mejor mi pelo no es tan suave como el de un Terrier, ni mis orejas tan largas como un Cocker Spaniel, ni mi cuerpo tan fuerte como un Bull Dog, ni tengo la grandeza de un Pastor Alemán. Pero soy una criaturita linda como todos los perros y quiero, siento y padezco como cualquier otro. La naturaleza nos hizo en esencia iguales, pero nos dió diferencias físicas para hacernos únicos y eso es maravilloso.

Yo creo que a los humanos les gusta distinguirse unos de otros porque como a los perros, nos sentimos mejor estando en una manada. Solo que nosotros seguimos a un líder fuerte y sereno y ellos siguen a líderes desquiciados que no son capaces de sacar a su manada adelante. Nosotros los perros no nos dejamos deslumbrar por perros que ladran mucho para llamar la atención porque sabemos que al final no hacen nada, ni tampoco les miramos los collares tan costosos que llevan puestos. A mi me importa un hueso si otro cachorro fue a la escuela de adiestramiento o no, o sí tiene o no pedigri, yo lo que busco es seguir a perros equilibrados y con buena energía y solo me basta olerlos un poco para darme cuenta cómo son. Es una pena que los humanos no tengan esta habilidad, porque se ahorrarían mucho dinero y tiempo en terapias psicológicas.