lunes, 6 de julio de 2009

El hombre en busca de la felicidad

Ultimamente solo escucho la palabra "crisis económica", así que me dí a la tarea de buscar su definición en el diccionario y resulta que crisis signfica un cambio importante en el desarrollo de un proceso que da lugar a una inestabilidad. Y Economía es la ciencia que estudia la producción y la administración de bienes y servicios. Entonces eso significa que atravezamos por momentos inestables en la administración de recursos.

Por otro lado me di cuenta que hay mucha gente infeliz por esta inestabilidad, lo cual signfica que esta situación esta directamente relacionada con la infelicidad.

Así que como yo soy un perrito y mi razonamiento es escaso, me puse a investigar que decía el gran Aristóteles de la felicidad y leí que él pensaba que hay tres clases de felicidad. La primera clase de felicidad es una vida de placeres y diversiones. La segunda, vivir como un ciudadano libre y responsable. Y la tercera una vida en la que uno es filosofo e investigador. Aristoteles también dice que las tres condiciones tienen que existir simultaneamente para que el ser humano pueda ser feliz.

Entonces mi diagnósitco es que, el hombre al tener como fuente principal de la felicidad los placeres y diversiones que provienen de la dependencia de los bienes y servicios que anteriormente mencioné están mal administrados, es por eso que su felicidad es en estos tiempos éfimera.

Mucha gente me mira pasear por la calle y dice "¡este sí que es un perro feliz!", y yo como no le entiendo del todo bien a las explicaciones de Aristóteles, nuevamente me puse a buscar en internet la definición de felicidad y esto fue lo que encontré.

"Felicidad es lo que sientes cuando no tienes: dudas, depresión, odio, miedo, preocupación, insatisfacción, aburrimiento, vergüenza, culpa, pena, ansiedad, enojo, estrés, frustración, tristreza, envidia o celos."

Así que pensé pues la verdad no siento nada de eso porque soy libre y responsable, además tengo una vida llena de pequeños placeres que no se compran con dinero como el que me rasquen la pancita cuando estoy dormido o me acaricien la cabeza. Pero sobre todo soy filosofo e investigador, así que definitivamente la gente que me mira en la calle tiene toda la razón en decir que soy un perro feliz.

Es una pena que el ser humano teniéndolo tan fácil, no pueda ser tan feliz como yo.